¡Hola! Hoy te queremos invitar a que pienses un momento en ti, en lo valiosa que eres y lo resiliente que has sido para llegar hasta donde estás.
Anímate a escribirte una carta, expresando todo aquello que siempre te has querido decir.
Busca un lugar tranquilo donde estés solo, aleja todas las distracciones que no te permitan conectarte contigo mismo, prende una vela y pon tu canción favorita. Cierra tus ojos y respira, inhala y exhala ocho veces siendo consciente de la forma en que te hablas con amabilidad y respeto por y para ti. ¡Estás lista!
Cuando hayas hecho el ejercicio de respiración. Coge el papel que vas a encontrar en el sobre junto a las instrucciones, tu lápiz favorito y empieza a escribirte dejando atrás los prejuicios, no te juzgues y escribe con afirmación cada una de las palabras, sin necesidad de releer, sé libre y déjate llevar por tus emociones.
Puedes empezar con tu nombre o tu apodo favorito, proyecta todo aquello que quieres ser y decide en que tiempo quieres volver a leer esta carta; imagina cómo serás y dónde estarás. Piensa si te gusta lo que ves o dedícate a idealizar.
Escríbete como si fueras tu mejor amigo, deja que fluya la magia guardada en tus palabras, cuéntale todo lo que quieras contarle que te haga feliz, menciona cosas que sean importantes para ti, tus logros, intereses, amores y desamores. Así en unos meses podrás ver cuánto ha cambiado tu vida desde que escribiste la carta.
Puedes hacerte preguntas como… ¿Eres feliz? ¿Disfruta de tu trabajo? ¿Quién es la persona más importante en tu vida? ¿Cómo es tu relación con tus padres? Estas preguntas harán que tus pensamientos se conviertan en palabras, así mismo tu yo del futuro trabajará para lograr todos sus propósitos.
Por último, date un consejo. Aquí te compartimos algunos ejemplos para que te guíes… “Sé amable con mamá” o “No te preocupes demasiado”, considera los problemas que enfrentas ahora para ayudarle a pensar en los consejos que podrías darte, pero usa palabras de afirmación siempre.
Concluye tu carta con amor y optimismo. Agradece por cada momento en el que has sido feliz y anímate a seguir adelante, incluso en los momentos difíciles.
Recuerda que el amor propio es la base de todo progreso y que cada pequeña victoria cuenta. Eres valioso y mereces todo lo maravilloso que la vida tiene para ofrecer.
Esperamos que esta carta te proporcione un momento especial de reflexión y amor propio. Estamos seguros de que, al leerla en el futuro, recordarás con cariño el viaje que has recorrido y te sentirás inspirado para continuar avanzando.