Conoce nuestra experiencia en Isla-Rosa

Querida pasajera,
Te estamos esperando en una isla mágica…
El viaje de tus sueños está a punto de despegar.
¡Te deseamos un buen vuelo!

A las 7:30 am despegó el chárter privado de InfiniteK Paris desde Bogotá hacía Cartagena. Desde Miami, Barranquilla, Medellín y Bogotá, estaban reunidas las hermosas modelos, actrices, presentadoras y ex reinas Ariadna Gutiérrez, Daniela Ospina, Carolina Cruz, María Clara Rodríguez,

Cristina Hurtado, Kimberly Reyes, Michelle Yidios, Valentina Jaramillo, Lina Tejeiro y Claudia Serrato. Entre risas y cuentos, el vuelo se pasó más rápido de lo imaginado, en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos aterrizado en La Heroica

Una van negra estaba en la puerta del aeropuerto lista para llevarnos al muelle donde nos esperaba una lancha llena de sorpresas para salir hacia las Islas del Rosario. En cuestión de 15 minutos, ya estábamos montadas en la lancha con nuestros bolsos de playa personalizados, vestido de baño y sombrero,

cantando y bailando arrancamos para Isla Rosa. El trayecto duró aproximadamente 45 minutos, el agua del mar se iba volviendo cada vez más transparente hasta llegar a la isla mágica de InfiniteK Paris. Una isla donde la casa es completamente rosa y está rodeada con aguas cristalinas, ¡del otro mundo!

Para el calor de la costa, recibimos a nuestras invitadas con cocos helados. Apenas nos bajamos todas de la lancha, inició un espectacular show de baile de cumbia colombiana. Eran 8 personas; 4 parejas moviendo cada centímetro del cuerpo al ritmo de la música. Aquí empezamos a contagiarnos de esa energía alegre que suelta el baile. Cada una con una sonrisa más grande que la otra, entramos por la puerta principal, de la cual sería nuestra casa por el fin de semana. Nos ubicamos en las habitaciones. Mientras nos organizabamos, nos estaba esperando un brunch al estilo costeño: arepa con huevo, carimañolas de carne y queso, surtido de panes con mantequilla y mermelada, cereales, ensalada de frutas tropicales, jugos naturales y café americano.

Al finalizar el brunch, inició una actividad apasionante para todas: la rutina de cómo cuidar nuestra piel. Cada una con su kit personal de InfiniteK Paris, empezamos a compartir conocimientos y tips. El primer paso fue con el Dermo-Clean Solución Micelar, nos desmaquillamos todas, y luego nos aplicamos el Serum Vitamina C y el Serum Ácido Hialurónico. El tercer paso fue el Multi-Active 360 para el contorno de ojos. Faltaba el último paso y el más importante, especialmente estando bajo el sol y en contacto con el mar. En ese instante, salen 10 empaques tornasol con figura de diamante, para cada una de las invitadas. Al abrirlo, estaba en el medio el Protector Solar Ultra Protection SPF 50. Cada una se lo aplicó y quedamos impactadas con la sensación de suavidad que deja en la piel, como un terciopelo.

Con ese mensaje nos despertamos para recargar sus energías con un desayuno exquisito. El menú era: surtidos de bollo, patacón con suero, salchichas, huevo, cereales, avena, surtido de panes con mantequilla y mermelada, ensalada de frutas tropicales, jugos naturales y café americano. Lucimos un vestido de baño blanco enterizo que resaltaba el bronceado del día anterior.

En la sala con vista al mar infinito, empezó una clase de baile de 45 minutos para nunca olvidar. Bailamos varios tipos de género musical, desde bachata, reguetón, salsa, entre otros. El sol empezó a calentar y los cocos helados ya no eran suficientes para enfriar el cuerpo. Apenas dejó de sonar la música empezó el conteo… 3… 2… 1…. salimos corriendo lanzándose al mar. La temperatura del cuerpo bajó completamente con la frescura del agua.

Entre la brisa, el sol y el mar, el tiempo se pasó volando. Con un almuerzo muy marítimo le dimos la despedida a la isla mágica de Infinitek. Camarones al curry con tajaditas de plátano y cazuela de mariscos acompañada con arroz con coco, patacón y ensalada mixta fue el último menú de este viaje soñado.

Sin ganas de que ese fin de semana ideal llegara a su fin, nos regresamos con una experiencia más en nuestro corazón. En Cartagena nos estaba esperando la misma van para dejarnos en el aeropuerto, donde el avión privado se encargaría de llevarnos de regreso a nuestros hogares. ¡Este fin de semana quedó grabado en nuestros corazones por siempre!